A LA ORILLA DEL MAR
Allí ,a la orilla del
mar, estaba yo,
cuando el sol ya se
iba misionario de si,
en mi silencio, de
ojos fijos entre el cielo rojo
y el reflejo emotivo luciendo
en la mar,
todos los atardeceres
de las horas opacas
del rescoldo monótono
de la ciudad…
Tú no lo sabes; nunca
te lo dije.
Pero allí estaba yo
escuchando el mar, su voz
que rompía el silencio y quebraba el tedio,
mirando el cielo, sus
colores térmicos, su plenitud
unida con la mar en la
extensa línea horizontal
como dentro de mí se
confunden los sueños…
Toda la vida dejaba de
serlo a la orilla del mar,
donde se acaba la
tierra y empieza el mar…,
todo era pasado, todo
se quedaba en el olvido,
excepto tú, que
renacías en lo que yo era,
eras tú hecho yo
mirando por mis ojos,
y todo el extenso horizonte
era hecho de ti…
Tú no lo sabes, nunca
te lo dije.
Pero allí estabas tú
hecho yo, en las olas,
en la voz del mar, en
los colores térmicos del cielo,
en la plenitud del
horizonte, y en la noche
con la brillante luna
que se me reflejaba
todo lo que dentro de mí era amor.
Orlando Faias
Reservados los derechos de autor - O. A. F. M.
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