DIOS
MÍO
Dios
mío, siempre evité escucharte,
aunque siempre creí que me acompañas
en las tinieblas de mi ignorancia…
Ingenuo egoísmo a ignorarte
entre dudosos valles y montañas
que desnivelaron mi infancia
aunque siempre creí que me acompañas
en las tinieblas de mi ignorancia…
Ingenuo egoísmo a ignorarte
entre dudosos valles y montañas
que desnivelaron mi infancia
y
derramaron mi juventud
en ríos de resaca de los infiernos
de mi propio querer vehemente…
Ingrata y posesiva actitud
de sueños y deseos internos
ante obcecada visión indolente…
en ríos de resaca de los infiernos
de mi propio querer vehemente…
Ingrata y posesiva actitud
de sueños y deseos internos
ante obcecada visión indolente…
¡Eres
la perfección que se manifiesta
en el aire venido de la floresta
con el aroma de absoluta verdad!
Perdona mis pecados por fin
y respira siempre dentro de mí
la frescura de tu Eternidad.
en el aire venido de la floresta
con el aroma de absoluta verdad!
Perdona mis pecados por fin
y respira siempre dentro de mí
la frescura de tu Eternidad.
Orlando Faias
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